La emisión televisiva presenta la siguiente estructuración:
- Programas base. Son los que conforman la programación habitual de la emisora:
- Dramáticos.
- Cinematográficos. Se emplean películas de cine, puesto que el consumo de una emisora es tan enorme, que resulta imposible alimentarla con material realizado “ex profeso” para el medio.
- Musicales. La mayoría optan por el “play-back”.
- Magacines. Es un programa que abarca diversidad de contenidos (mezcla información con espectáculo), con una gran variedad de enfoques y estructurado mediante secciones diferenciadas.
- Concursos. Las claves de su éxito son: premios sustanciosos, concursantes “telegénicos” y un presentador adecuado.
- Infantiles. Suelen conjugar lo recreativo y lo formativo.
- Juveniles.
- Deportivos. Consiguen aumentar la audiencia de forma bastante significativa.
- Religiosos.
- Culturales o divulgativos.
- Transmisiones en directo.
- Programas informativos: se rigen por la función informativa de la TV, deben mantener relación con la actualidad y orientarse por criterios de independencia, pluralidad y objetividad .
- Programas de audiencia específica: se trata de emisiones selectivas como las destinadas a sordos, a personas de determinadas confesiones religiosas, etc.
- Programas de continuidad: los constituyen todos los engarces entre distintas emisiones (bloques publicitarios, relleno de tiempos muertos...).
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